Emoción, innovación y medición: las claves para los eventos del futuro

Claves para los eventos del futuro

Como ya hemos comentado en numerosas ocasiones, los eventos son (y seguirán siendo) una de las herramientas más potentes para conectar con nuestro público. Y ahora, más que nunca, vamos a tener que cuidar cada uno de los eventos que diseñemos para que sean lo más inteligentes posibles…

¿Y qué son los eventos inteligentes que proponemos para después de este gran crash provocado por el COVID-19? Veamos….

Para empezar, quienes asisten a un evento inteligente no pueden ser considerados números, públicos objetivo, posibles clientes o target. No. Se tratan de personas y por tanto tienen un componente emocional que les mueve y que se debe aprovechar para establecer una conexión real, así como otros aspectos esenciales, para lograr fidelidad o lealtad hacia nuestras marcas y productos.

Por otro lado, la emoción, la innovación y la medición son las tres características de un evento inteligente. Cualquier evento que se diseñe sobre la base de estos tres conceptos se convertirá en una acción de marketing potente que permitirán la consecución de objetivos muy claros, en beneficio de una empresa, marca o producto. En este artículo os contaremos por qué.

Y queremos recordar la primera exposición pública sobre Limón y Menta, que llevamos a cabo ya hace tiempo en el hub y espacio de innovación Valkiria, ubicado en el distrito 22@ de Barcelona, en el marco del evento Learning Breakfast. En esa ocasión, nos acercamos a nuestra audiencia de una manera particular… recordamos anécdotas de nuestra infancia y de cómo éramos entonces. Esto nos permitió empatizar, conectar y darnos cuenta de que teníamos muchos recuerdos y emociones en común. También sirvió para introducir el concepto de “storytelling”, que no es más que el arte de comunicar a través de una historia.

Gracias a esta estrategia no solo pudimos escuchar una pequeña historia de cada uno de los asistentes, sino que posicionamos en el público que todos tenemos una pequeña historia que contar. De este modo explicamos que es así como se logra una identificación con el resto de las personas y esa es precisamente la primera meta o lo que debe conseguir un evento inteligente: debe ser capaz de contar la historia de una marca o producto de una forma que empatice con el público objetivo. 

En Limón y Menta no nos cansaremos de decir que una estrategia de marketing que no conecte no tiene sentido, en vista de que hoy día ya no son efectivas las estrategias que se centran en promocionar las características o bondades de algún producto. Muchas de las grandes marcas se han volcado hacia otras estrategias y confían cada vez más en el storytelling como una estrategia de marketing porque es capaz de lograr un 75% más de ventas.

Para Limón y Menta, la única forma de que una empresa, marca o producto se diferencie de su competencia es su capacidad de contar buenas historias que conecten con su público. Sería muy vanidoso negar la competencia porque siempre habrá, incluso con productos con las mismas características o con los mismos beneficios, incluso mejores, pero se marcará la diferencia si se logra la conexión con el público objetivo.

Lograr tal conexión es uno de los objetivos que debe tener cualquier evento presencial que organice cualquier empresa, si quiere tener éxito, ya que si se logra la humanización de la marca, podrá conectar con sus usuarios y diferenciarse de la competencia. Es por ello que en los eventos inteligentes, generar emoción es clave, así como la innovación.

La innovación no es más que crear nuevas formas de conectar y de emocionar para lograr mejores resultados. Hay que tener en cuenta que la innovación no está siempre relacionada con el uso de la tecnología, valernos de esta es vital, pero también es posible innovar al mejorar procesos, al crear experiencias distintas e interactivas e incluso al hacer uso de las herramientas de difusión para llegar al público. Siempre será esencial velar por el disfrute de las personas que están en un evento. Eso es innovar.

Pero, un evento inteligente no acaba ahí. Es vital medirlo para evaluarlo y ello implica mediciones cualitativas y cuantitativas, para poder obtener el retorno de la inversión de manera más cuantificada. Si el objetivo de los eventos inteligentes es innovar y crear fórmulas para nuevas experiencias que permitan conectar a través de la emoción, es necesario conocer si su diseño ha logrado los objetivos, para lo cual hay un sinfín de estrategias y tecnologías disponibles.

Por ejemplo, hay dispositivos que miden el tráfico de un evento, la retención o cuántas veces se ha visitado un stand. Es posible también usar la tecnología para identificar la edad y el sexo de los asistentes, así como conocer que es lo que más les impacta a las personas.

Este tipo de mediciones ayudan a entender como es el comportamiento de los usuarios y se pueden aprovechar para medir las distintas variables que puede tener un evento, gracias a las definiciones de los KPI o indicadores clave que permitirán saber si realmente se cumplieron o no los objetivos planteados. Un evento inteligente debe estar diseñado para ser medido, y tener así una trazabilidad durante y después del evento.

En definitiva, todas las estrategias que acompañan a un evento inteligente, que van desde su planificación hasta su última medición, lo que buscan es ayudar a las marcas a conectar de forma emocional y duradera con su público. Por ello, no dudéis en organizar eventos inteligentes que ayuden a los organizadores a conseguir métricas pero, sobretodo, a los asistentes a disfrutar. Los resultados serán sorprendentes.

María Teresa Curcio
Copywriter en Limón y Menta

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