¿Por qué incluir eventos en una estrategia de marketing?
¿A cuántos eventos has asistido? Seguramente a muchos; pero ¿cuántos de estos eventos estaban centrados en ti como público objetivo?, probablemente hayan sido muy pocos. Esto ha hecho que te hayas sentido desconectado, con lo que la marca o la empresa ha perdido una oportunidad sumamente valiosa: por una parte no ha causado impacto y por la otra no te ha conocido, bien sea como usuario habitual o potencial. Y es que se ha demostrado que los encuentros personales, el cara a cara, siguen siendo mucho más efectivos para establecer conexiones emocionales que cualquier otro tipo de acción que no sea presencial, es decir: que cualquier acción digital.
Así, un buen evento es el que deja un recuerdo en los usuarios. Es el que hace que el cliente vaya tras esa marca o producto; que entre varias opciones lo elija porque, emocionalmente, ha conectado. Eso ocurre cuando los eventos dejan una huella.
Por lo tanto, si organizamos un evento, preocupémonos por que esté bien diseñado para que los asistentes disfruten y se emocionen. Con ello conseguiremos que recuerden a la marca y lo que les ha hecho vivir de una manera profunda.
¿Y como ese hace eso? Los eventos que buscan este objetivo deben apuntar a generar una experiencia inolvidable para el usuario, en el que éste encuentre no solo distracción, sino que, de forma intuitiva, halle utilidad y aprendizaje. Estas características hacen que se posibilite la conexión y en consecuencia, si fuese el caso, la compra del producto publicitado o la fidelidad con la marca.
El establecimiento de tal conexión nunca debe dejarse al azar, por lo que, en la planificación del evento, debe existir una estrategia, un plan que posibilite la humanización de la marca y que el usuario así lo sienta. Para ello es necesario conocer el tipo de público que va a asistir, que los organizadores se aseguran de invitar al buyer persona, y que, además, se desarrollen actividades precisas para la conexión emocional de los asistentes. Solo así es posible lograr la fidelidad y la lealtad de las personas.
Así, los eventos deben diseñarse de manera racional, por lo que se debe identificar, desde la concepción del evento, cuál es el o los buyer persona más adecuado.
Conclusión: si estás pensando en hacer un plan de marketing, debes tener en cuenta el poder que tienen los eventos para diferenciar tu marca o tu producto del resto. Pero, no hablamos un único evento, sino de una estrategia de eventmarketing que esté diseñada para conectar a los usuarios o clientes con las marcas o productos.
Así, el eventmarketing pasa ser la mano derecha de cualquier plan de marketing, ya que debe estar concebido para complementar y mejorar el resto de las acciones que incluye dicho plan, además de respetar sus estrategias y buscar el cumplimiento de los objetivos.
Ahora bien, debemos insistir en que una acción de marketing que no conecte con el usuario no sirve para nada, ya que el objetivo final es la conexión. Una vez que se logre esto, también debe pensarse en otras acciones para lograr la captación del cliente, como, por ejemplo, la fidelidad o la nutrición de un “lead”; pero ello solo sucede, sí y solo sí fue exitoso el proceso de la conexión, de allí la importancia de los eventos centrados en el usuario.
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María Teresa Curcio
Copywriter en Limón y Menta